Descanse en Paz

De soledad murió Alfonso, no de cáncer, no de VIH, no de un accidente, no de un infarto, fue de triste y cruel soledad; la cruel soledad que lo acompañaba desde que hijos y esposa decidieron abandonarlo, desde que toda la familia se alejo de él, desde que sus “amigos” de olvidaron de él.

La soledad fue la única que lo acompañó a lo largo de los últimos veinte años, fue quien respeto su apasionada, viciosa y extraña forma de vida, la única que le fue fiel día a día y noche a noche. Fue tan fiel que recorría milímetro a milímetro cada parte de su cuerpo y tan intensa que el lunes por la tarde se detuvo en su corazón, lo rodeó, lo contempló, lo acarició, le habló, lo convenció y finalmente… lo tomó.

Descanse en Paz
Alfonso Cabrera Ramírez
16-Octubre-2006.