Y... ¿Qué somos?

Somos sobrevivientes en la tierra de todos y no de nosotros, intentando sanar de un cáncer insertado en los últimos años de nuestras vidas, intentando ser más transparentes para reflejarnos al espejo de todos, transparencia ignorada y evitada en esto llamado mundo moderno. Somos siempre vagabundos de peligrosas y moribundas aventuras eternas, de años, de una vida, de dos vidas, de tres vidas y de cuatro vidas. Somos lunas vivientes iniciando en la oscuridad y finalizando en la oscuridad, contemplando por las largas noches de desvelo, ansiedad y por supuesto excitación. Somos caricias desnudas al escuchar, roces desprotegidos al observar y sentir eso llamado, pretenciosamente mal llamado, poco entendido… Arte. Arte siempre violado, estrujado y penetrado por nuestros labios, dedos y sobre todo oídos, que digo oídos, todo nuestro cuerpo, hasta lograr hacerlo nuestro. Somos perros solitarios, a veces salvajes, a veces complacientes, nunca fieles siempre dignos.