...de la vida

Verdaderamente cansada del arrítmico andar de la vida, de la pasividad y agresividad con que percibo la realidad, la realidad a la que me sigue costando trabajo acostumbre a pesar de convivir con ella desde el día que mi madre me dio luz; agotada del desesperante tráfico humano que no para y acelera más y más día a día alrededor de mi cabeza; exhausta de caminar por paisajes inesperados a los cuales doy paso irremediablemente e indeseablemente cada año de mi vida; agobiada de las siete caras que adoptamos los individuos al presentarnos-saludarnos-enojarnos-cogernos-exponernos; sofocada de la espera mientras la vida transcurre sin aviso y cuidado alguno; debilitada por la dinámica con que procuro dirigir mi espacio y vacío vital; desfallecida por los recientes fallecimientos que me hacen sentir y pensar vulnerable frente a ellos-otros-a ti; desesperada de continuar escribiendo por ahora.