Me retuerzo sobre la cama procurando encontrar un equilibrio que aun desconozco pues lo escucho, lo leo, lo anuncian pero aun no logro palparlo; tres meses, posiblemente más, quizá hasta un año o dos no serán suficientes para encontrarlo. Todos dicen que el tiempo pasa pronto, que los meses terminan cuando menos lo esperas y yo apenas y logro pensar en como inicia y termina cada día; nunca había contemplado mi alrededor sin formar parte de él, no es nada fácil, pues todo gira excepto tu, caminas en contracorriente sin siquiera encontrar rumbo conocido, todo es extraño, ahora todos los rostros son desconocidos pues sólo los observas pero ya no interactúas, quizás ya no te recuerdan o probablemente no conocen a la persona que ahora eres.

La realidad es otra, el ciclo de vida se regenera constantemente sin la necesidad de ser positivo o negativo, simplemente hay cambios, algunas cosas pierden el sentido otras lo adquieren, pero siempre hay situaciones y personas que día a día significan más, a diario adquieren valor y solidifican tu vida. La vida ya no le pertenece a los objetos, ahora son los sentimientos, las esencias y el ser humano lo que trasciende; lo más sencillo se convierte en lo más preciado, lo insignificante es la piedra angular de tu vida, pues necesitas darle sentido a todo aquello que siempre estuvo y estará a tu lado. Ahora las sensaciones las hago más esplendorosas, los sentimientos los tengo muy profundos y a flor de piel, los tiempos placenteros son vitales, los sonidos son mis tesoros más valiosos. Aun me retuerzo sobre la cama procurando encontrar un equilibrio.