lunes, 12 de febrero de 2007

Siete minutos y treinta y cinco segundos

En repetidas ocasiones encuentro en cada rincón de algún periódico, revista, Internet, radio, televisión, etc. descripciones de importantes albums en toda la historia del rock y pop, conocidas como “Reseñas”. Descripciones mal logradas, otras tantas solo logradas, algunas se destacan únicamente por aparecer en renombrados y bien comprados medios de comunicación, otras son la reproducción y admiración de las anteriores, otras tantas son el deseo tradicional de preservar en la historia la presencia de la obra, las menos procurando dar a conocer lo desconocido por las masas, la mayoría por el hecho de cumplir con un empleo y ganar un sueldo, y las contadas por el simple hecho de compartir y expresar sin provecho monetario alguno…sentimientos.

Lo descrito aquí dista mucho de ser una “Reseña”, pues no poseo la capacidad de hacerlo, he intentado describir un album, entiéndase por describir, desmenuzarlo pieza a pieza, interpretar mis sentimientos al momento de escucharlo, persuadir mis oídos, borrar caminos, romper los trazos creados; lo anterior con el objetivo final de condensar una perspectiva personal de la obra, sin embargo, siempre divago y deambulo entre palabras creando encrucijadas y rompecabezas que seguramente pocos o nadie podrían entender y jamás sentir. Así que, lo único que mis dedos, mente y corazón han logrado hacer es un simple, sencillo, quebrantable y desechable conglomerado de sentimientos, sensaciones y posiblemente imágenes; obtenidas de una pieza musical de tan sólo siete minutos y treinta y cinco segundos. ¿Porqué no hablar de todo el disco AITB? Porqué siempre que lo escucho me pierdo en él, desde la primera vez que lo escuche mis oídos y cuerpo en sí… crearon una especie de mapa de sensaciones donde es inevitable caer en él una vez que te haz dejado tocar por las palabras, los acordes, el ritmo, la melodía, el sonido y el conjunto de todo ello que seguramente es más y va mas allá de ser solo un disco o una canción. Luego entonces, mis “Palabras”, como intentos de plasmar “algo”, lo que sea, siempre serán pocas, nulas y por supuesto que insuficientes; jamás podrán crear una diminuta idea de lo que “ES” el album y jamás podrán acercarse o describir mi estado mentalcorporalsentimental al momento de escucharlo.

Probablemente ahora no estoy en el mejor momento para escribir, no estoy sobria, no estable, no completamente lucida pero, estoy en el momento, un momento de vulnerabilidad, de tránsito, de incongruencia, de nulo razonamiento y sensible sentimiento, probablemente este es el momento. El momento de NewBorn, el instante adecuado para dejarte llevar entre minutos de perfección, colmados de bellos acordes, hermosas melodías, intensas letras, progresivos ritmos, agudas voces… perfección absoluta. No sé lo que es, es más que un Track, es más de lo que mis ojos pueden ver, mucho más de lo que mis oídos pueden entender, supera lo que mis manos han tocado, rebasa el alcoholismo en una tarde de domingo después de un festejo simple de cumpleaños, trasciende entre miles y cientos de minutos tocados y cantados en los últimos años, no se compara con tan solo un minuto de cualquier track del sin fin de nuevas producciones, probablemente es in entendible por mi, quizá es solo un resguardo y guarida entre la adversidad humana, un sencillo cerrar de ojos entre la maleza de maldad, un balde de agua bien fría en un clima de invierno, el transcurrir de dos cigarros, el conocimiento de sólo uno de los lectores y el desconocimiento de todos, un acto sexual pero además intenso y pasional, la razón de permanecer, también la razón de desaparecer, el haber sido, el ser, el algún día llegar a ser, el botón Repeat de mis discman, el clásico desvelo por la noche de un día de cicatrices, la expresión mi expresión durante un mareo, nuevamente el resultado de una encrucijada o nuevamente una encrucijada como resultado, el hartazgo de la espera infinita, un cansancio desesperante de amor, el recorrido de incontables lagrimas o el derrame de ellas, el deseo irremplazable de la presencia… de tú presencia, es, podría ser, o, solamente: “My badly strong declaration” .


Poco es tan poco lo que puedo expresar cuando escucho y me encuentro inmersa allí, aquí, en mis siete minutos y treinta y cinco segundos, creo que sólo me resta reproducir:

“Press your lips, to my eyes, taste my tears, on your tongue, pull the blind, play our song, nothing change, nothing could be wrong”



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