Mmmhhh
Mmmhhh ¿por qué no respiramos juntos? Solo unamos nuestros pechos al desnudo, el tuyo, el mío y el de alguien más si es posible o si desea, dejemos sentir a nuestros cuerpos, vibremos al percatarnos de cómo roza mi piel con tu piel, tu piel con la de alguien más, la de alguien más con la mía, vamos a detenernos en el palpitar de nuestros corazones y escuchemos como golpean desesperadamente porque pretenden perforarnos hasta clavarse el uno en el otro, ¿por qué no sanamos juntos? A través del calor que transpiro y la electricidad que provocas cuando sólo contemplamos como se elevan y descienden nuestros hombros hasta quedar prensados por cuatro o quizá seis brazos de hierro incandescentes, ¿por qué no bebemos juntos? Deberíamos saturarnos, ahogar nuestro organismo al punto de ya no poder introducir ni un mililitro, ni una miserable gota, intoxicar cada órgano, contaminarnos con sustancias permitidas y no permitidas finalmente eso no importa, ¿por qué no nos detenemos? A contemplar sobre el muro, colgados, como una vieja y devaluada estatuilla del mercado de la Lagunilla, a pensar, recostados sobre un viejo colchón de una pequeña y obscura habitación donde las paredes se encuentren repletas de fotografías, ¿por qué no rezamos juntos? Para que finalmente dejemos de existir y nos quemen juntos en compañía de nuestros libros y discos.
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