lunes, 26 de febrero de 2007

Recontemplar tu apacible rostro...

Mi insípido, insuficiente y en múltiples ocasiones ignorante abecedario volcado ante tus ojos, frecuentemente es inspirado por hombres, sí hombres, un total de hombres atravesados e incrustados en la raíz de mi ser por diversas razones; tú…sí tú, eres uno de los cuatro afortunados y si quieres desafortunado y desgraciado, finalmente estás en esa pequeña listita dónde guardo y poseo los tesoros que han construido lentamente esta pintura de nombre Estefanie.
Probablemente es la última vez que expreso de ti, sobre ti y para ti humildes líneas, o por lo menos en este Blog y en cualquier espacio que puede ser leído por alguien más que no sea yo; la razón de ello es la ausencia, la lejanía, el destierro, el desvío, el exilio de un sentimiento que se desdibuja y desaparece con el tiempo, no ahora sino más tarde, quizá un año, quizá más, quizá hasta una década, quizá ni en toda una vida y, no deseo que se borre y se esfume sin un vestigio sincero de cientos y miles de palabras, del cuál no habrá ni un solo comentario, ni siquiera una sola palabra, eventualmente te parezca indiferente, pero no importa, mi objetivo no es encontrar una respuesta sino provocar múltiples preguntas.
Seguramente en algún momento ya no estaré o ya no estarás, ya no sentiré lo que escribo o ya no lo sentirás… bueno no sé si sientas estas palabras, o solamente, ya no. Ya no estaré para recordarte y chingarte con “¡pásame ese Bootleg!”, “¡Habla!”, “¿Porqué no dices nada?”, “Y entonces, ¿Qué piensas hacer?” y ya sabes la forma en como me gusta molestar; también puede ser que ya no estés y mi quede sin tu silencio, el cual es única y exclusivamente tuyo, no es cierto … me acaba de platicar Michael Ende, que tiene un amigo en alguna otra dimensión del tiempo, llamado Beppo Barrendero de quién pensaban que “le faltaba algún tornillo. Lo decían porqué ante las preguntas se limitaba a sonreír amablemente y no contestaba. Pensaba. Y cuando creía que una respuesta era innecesaria, se callaba. Pero cuando la creía necesaria, pensaba sobre ella. A veces tardaba dos horas en contestar, pero otras tardaba todo un día. Mientras tanto, el otro, claro está, había olvidado qué había preguntado, por lo que la respuesta de Beppo le sorprendía”. Sí es que ese tal Beppo Barrendero posee un silencio casi como el tuyo, que cuando habla sorprende, que sabe pensar y sobre todo sabe callar… pues no importa mucho, porqué está en otra dimensión que no es la nuestra así que, continúas siendo el dueño del inigualable, único y exclusivo silencio.
Qué difícil me es escribir y plasmar todo esto, que no es nada, es tan sólo una décima o milésima parte de lo que puedo sentir y en algún momento de alcohol y drogadicción hasta hablar. ¿Sabes que es o será lo más difícil? Aquel momento en que sea un hecho la inexistencia del otro, o por lo menos a mí me será intolerablemente insoportable sentir al recordar o escuchar cosas como Definitely Maybe, (What´s the story) Morning Glory?, The Master Plan, Be Here Now, Standing On The Shoulders Of Giants, Familliar to Millions, Heathen Chemistry, Don´t Believe The Truth, incluso hasta Stop The Clocks el material que menos he escuchado, y por supuesto Asleep In The Back.
Sí te preguntas ¿Por qué otra vez? Es asfixia, ahogo, una especie de exaltación sistemática, dónde mi cuerpo parece sumergirse, mi respiración aumenta más y más, y todavía más porqué necesito desalojar la innumerable cantidad de palabras en mi corazón, mis dedos se inquietan por moverse y señalar consonantes y vocales que darán origen a esto, y mis ojos recuerdan y recontemplan una y última vez más tu apacible rostro porqué quizá algún día ya no lo pueda hacer.

The dream...

Erase una vez una amable, tolerante, amigable y entusiasta chica que habitaba una gran ciudad de un lugar llamado México, lugar único e inigualable en el planeta, pues poseía una gran riqueza natural a lo largo de sus litorales, climas enigmáticos y hermosas tierras cultivables, razones por las cuales la población vivía en bellas y enormes casas, de resplandecientes verdes jardines humeantes de rosas rojas y bellas mariposas tornasol conviviendo con pequeñas y libres aves. La gente que habitaba el lugar era despreocupada, amable, tolerante y entusiasta como aquella chica, pues no tenían razones para vivir de otra forma; poseían remunerables y humanos empleos cercanos a su hogar, las familias permanecían unidas y felices, tenían a su servicio eficientes hospitales, suficientes instituciones académicas, y capaces servidores públicos de escuchar y dialogar.

La chica asistía a una de aquellas instituciones académicas, un centro de conocimiento impresionante, donde el saber, respeto y justicia figuraban como estandarte; los estudiantes eran estudiantes, únicamente se preocupaban por asistir y estudiar, no tenían la inimaginable necesidad de trabajar y abandonar los estudios. Sus amigos, eran chicos comprensivos, dedicados al conocimiento, solidarios e inteligentes, imposibles de contar con los dedos de ambas manos, todas las tardes solían reunirse en las áreas verdes del centro del saber para discutir y retroalimentar sus clases, acompañando y amenizando la charla con deliciosos jugos de mandarina. Sus profesores, hombres producto del saber que además de ser profesores eran compañeros, amigos y humanos que tenían mismas capacidades, mismos derechos y mismas obligaciones.

¡Ahhhh Qué bello es el mundo! decía la chica, observaba los frondosos arbustos, las claras e intocables nubes blancas, la tranquilidad de las avenidas, el viento limpio y puro que la rodeaba, paso a paso se dirigía a casa, con tranquilidad e integridad se acercaba a casa; fue en el andar, alrededor de las cuatro y cuarenta y cinco minutos de la noche, cuando un gran insectoaveanimalnuncaantesvisto color sangre del tamaño de una pelota de baseball se acerco sigilosamente a su oído y murmuro “The dream is over”, súbitamente se desplomó justo en el centro de un hermoso pastizal, ahogado por las bellas mariposas tornasol, colibríes multicolor y rosas rojas innumerables. Tiempo después, alrededor de las nueve y cuarenta y cinco minutos, despertó…

sábado, 24 de febrero de 2007

¿?

If you ask me Who is it?

I answer “It’s you”

¿?

If you ask me What I could do for you?

I answer you that I could to breathe under the sea, forget my pains, clean my eyes with your tears, see in the darkness, dance on the bed, save my voice in a little glass of wine, sing my life in seven minutes and thirty five seconds, run your body with my tongue and kiss you.

¿?

If you ask me What I could give you?

I answer you that I could give you golden mountains, some fresh air for breathe, little moments of desperate, a great garden for rest, my black wedding dress, my poor desolation, my tears, my music and my song.

miércoles, 21 de febrero de 2007

¿Recuerdas?

¿Recuerdas la indiferencia sentida en alguna noche de encuentros? No es él, ella o ellas, eres tú, quien ni el vino, cerveza o mezcal logran amenizarte, ni la mota obtiene tranquilizarte, ni el sexo siquiera apasionarte… entonces ¿Qué es? Probablemente no es nada, solamente sucede que te haz quedado solo, solo en medio de él, ella o ellas, sobrio aún con vino, cerveza o mezcal, inconsciente sin drogas en el cuerpo y sexo vilmente ordinario. No es desconfianza, tampoco es preocupación, no existen los prejuicios, nunca un mal entendido, no aburrimiento pero, no es el momento, sólo sucede que no es el momento, no es tu momento.
De esta forma sucedió la noche, uno a uno fueron cayendo en el lugar ya bien conocido en dos únicas ocasiones anteriores, lugar ya no individual sino ahora matrimonial, lugar ahora blanco y no naranja-negro, pocos muebles, misma música, mismo aroma axe e iguales cuerpos. De la misma forma se despidió la noche, uno a uno fue emigrando, el primero a la una de la mañana, y Beck seguía tocando, el segundo a las tres de la mañana y The Clash empezó a tocar, fue entonces cuando inició un acto más, un puro acto animal y superficial, finalmente el acto tuvo fin, el sueño dio inicio y el juego termino.
A la mañana siguiente, tras el sonido insistente de una alarma que anunciaba las ocho y treinta, aún había residuos de alcohol no bebido, las cenizas de Camel reposaban en el objeto color naranja, la ropa permanecía en el suelo, el sueño continuaba y la clase esperaba. Dos diminutas caricias labiales, un desayuno líquido sabor mango e instrucciones obvias pero confusas fueron los últimos momentos de una noche ya contada, de una noche indiferente, simplemente olvidable… ¿Recuerdas la indiferencia sentida en alguna noche de encuentros?

lunes, 12 de febrero de 2007

Siete minutos y treinta y cinco segundos

En repetidas ocasiones encuentro en cada rincón de algún periódico, revista, Internet, radio, televisión, etc. descripciones de importantes albums en toda la historia del rock y pop, conocidas como “Reseñas”. Descripciones mal logradas, otras tantas solo logradas, algunas se destacan únicamente por aparecer en renombrados y bien comprados medios de comunicación, otras son la reproducción y admiración de las anteriores, otras tantas son el deseo tradicional de preservar en la historia la presencia de la obra, las menos procurando dar a conocer lo desconocido por las masas, la mayoría por el hecho de cumplir con un empleo y ganar un sueldo, y las contadas por el simple hecho de compartir y expresar sin provecho monetario alguno…sentimientos.

Lo descrito aquí dista mucho de ser una “Reseña”, pues no poseo la capacidad de hacerlo, he intentado describir un album, entiéndase por describir, desmenuzarlo pieza a pieza, interpretar mis sentimientos al momento de escucharlo, persuadir mis oídos, borrar caminos, romper los trazos creados; lo anterior con el objetivo final de condensar una perspectiva personal de la obra, sin embargo, siempre divago y deambulo entre palabras creando encrucijadas y rompecabezas que seguramente pocos o nadie podrían entender y jamás sentir. Así que, lo único que mis dedos, mente y corazón han logrado hacer es un simple, sencillo, quebrantable y desechable conglomerado de sentimientos, sensaciones y posiblemente imágenes; obtenidas de una pieza musical de tan sólo siete minutos y treinta y cinco segundos. ¿Porqué no hablar de todo el disco AITB? Porqué siempre que lo escucho me pierdo en él, desde la primera vez que lo escuche mis oídos y cuerpo en sí… crearon una especie de mapa de sensaciones donde es inevitable caer en él una vez que te haz dejado tocar por las palabras, los acordes, el ritmo, la melodía, el sonido y el conjunto de todo ello que seguramente es más y va mas allá de ser solo un disco o una canción. Luego entonces, mis “Palabras”, como intentos de plasmar “algo”, lo que sea, siempre serán pocas, nulas y por supuesto que insuficientes; jamás podrán crear una diminuta idea de lo que “ES” el album y jamás podrán acercarse o describir mi estado mentalcorporalsentimental al momento de escucharlo.

Probablemente ahora no estoy en el mejor momento para escribir, no estoy sobria, no estable, no completamente lucida pero, estoy en el momento, un momento de vulnerabilidad, de tránsito, de incongruencia, de nulo razonamiento y sensible sentimiento, probablemente este es el momento. El momento de NewBorn, el instante adecuado para dejarte llevar entre minutos de perfección, colmados de bellos acordes, hermosas melodías, intensas letras, progresivos ritmos, agudas voces… perfección absoluta. No sé lo que es, es más que un Track, es más de lo que mis ojos pueden ver, mucho más de lo que mis oídos pueden entender, supera lo que mis manos han tocado, rebasa el alcoholismo en una tarde de domingo después de un festejo simple de cumpleaños, trasciende entre miles y cientos de minutos tocados y cantados en los últimos años, no se compara con tan solo un minuto de cualquier track del sin fin de nuevas producciones, probablemente es in entendible por mi, quizá es solo un resguardo y guarida entre la adversidad humana, un sencillo cerrar de ojos entre la maleza de maldad, un balde de agua bien fría en un clima de invierno, el transcurrir de dos cigarros, el conocimiento de sólo uno de los lectores y el desconocimiento de todos, un acto sexual pero además intenso y pasional, la razón de permanecer, también la razón de desaparecer, el haber sido, el ser, el algún día llegar a ser, el botón Repeat de mis discman, el clásico desvelo por la noche de un día de cicatrices, la expresión mi expresión durante un mareo, nuevamente el resultado de una encrucijada o nuevamente una encrucijada como resultado, el hartazgo de la espera infinita, un cansancio desesperante de amor, el recorrido de incontables lagrimas o el derrame de ellas, el deseo irremplazable de la presencia… de tú presencia, es, podría ser, o, solamente: “My badly strong declaration” .


Poco es tan poco lo que puedo expresar cuando escucho y me encuentro inmersa allí, aquí, en mis siete minutos y treinta y cinco segundos, creo que sólo me resta reproducir:

“Press your lips, to my eyes, taste my tears, on your tongue, pull the blind, play our song, nothing change, nothing could be wrong”



miércoles, 7 de febrero de 2007

Sesenta días

¡Ahhhh! se agota mi periodo vacacional, dos meses de holganza académica, dos meses de grandes reuniones familiares, escasos encuentros formalmente amorosos, extravagantes encuentros sexuales, casuales instantes de amistad, también casuales y amorfas llamadas telefónicas pero nada desagradables, mensajes vía celular deseando felices momentos, cartas electrónicas inesperadas, espías insatisfechos en mi correspondencia, muchos discos y pocas pero satisfechas compras como “Songs from the other side” de The Charlatans, “Human Conditions” de Richard Ashcroft y el sencillamente y sigilosamente brillante “Friendly Fire” de Sean Lennon, una cirugía muy bien lograda… la cuál ya es costumbre en cada periodo vacacional, diversas obsesiones pero no corporales , también contadas pero significantes confesiones, sin olvidar la siempre presente semestral rueda de la infortuna familiar … simplemente un recordatorio de nuestra única realidad desde aquel invierno de dos mil cuatro, algunas intoxicaciones alcohólicas pero solo algunas, un poco más de algunas fueron las intoxicaciones privadas, largas y prolongadas palabras y aún no publicadas en este ni en ningún medio, más y más innumerables sucesos en los pasados sesenta días. Finalmente dicho periodo tendrá su fin con “Gran Broche de oro” el próximo diez de Febrero, dónde además de dar el adiós daré la bienvenida a otro año más de mi "deslumbrante" vida.
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