miércoles, 31 de enero de 2007

Contemplar tu apacible rostro...

A veces inerte a veces desesperado, y siempre misterioso, siempre dejándome todo a la imaginación .Mientras hablamos por teléfono o en persona nunca he logrado descifrar lo que piensas, sientes y haces, siempre he tenido que recurrir a suponer lo que piensas, sientes y haces. Siempre debo dilucidar tus opiniones o comentarios cuando termino de contarte alguna de mis historias, nunca es claro, nunca me son claras tus palabras, nunca…mentira, recuerdo dos momentos donde tus gestos, cuidados y voces fueron completamente transparentes y explícitos: Uno) Aquél siete de Diciembre del dos mil cuatro, aquella triste jardinera en aquella triste avenida, mientras te entregaba los boletos de FF, mientras mi rostro se vaciaba, mi corazón se apagaba, mis esperanzas se extinguían, y mi realidad se acercaba; Dos) Un día común de facultad con un cielo raramente gris y un viento soplante, nos encontramos, pagamos tu multa, buscamos por la biblioteca, caminamos por la explanada y hablamos en una banca. Lo único que obtengo es tu silencio, tu nada despreciable y siempre apreciable sincero silencio, el cual regularmente y casi siempre es interrumpido por mí. A pesar de no haber palabras, por alguna extraña razón creo y confío en tus pocos gestos, escasos movimientos, en tu constante mirada perdida; ¿Cómo no creer y confiar en alguien que me presentó Asleep in the Back? y además insistió en qué debía conseguir no la edición brasileña ya que carece de la pieza asleep in the back. ¿Cómo no creer y confiar en alguien que nunca cuestiona tu actitud, tus actos, tus palabras? Pero además, soporta tus cuestionamientos de actitud, actos y palabras. ¿Cómo no creer y confiar en alguien que evadió el orden, acortó mi espera, y acercó a Travis al alcance de mis manos? ¿Cómo no creer y confiar en alguien que puede llamar día a día constantemente y de pronto desaparecerse para aparecerse y continuar con las llamadas ya no día a día, sino semana a semana? Finalmente las llamadas continúan siendo espontáneas. Eres una persona que… realmente no sé quien eres, y creo que no me importa saberlo porqué talvez no sería capaz de soportarlo, o porqué talvez me basta con el poco conocimiento que poseo de ti, o porqué nisiquiera tu sabes quién eres, y nadie sabe quiénes somos, o porqué talvez así eres, o porqué no eres pero te encuentro. Compartimos algunos y solo algunos de los placeres artísticos que nos ofrece el mundo, recientemente hemos dejado de compartir nuestro atavismo visual lo cuál es injusto… lo sé; compartimos nuestra capacidad de aparecer y desaparecer sin explicación y reproche, nunca hemos compartido y creo que jamás compartirás mi discapacidad de hablar y hablar y expresar y expresar sin temor un “Te quiero”; dos palabras que las emito de una forma fácil, pura, franca, fiel, traslúcida, con la pretensión de nada, únicamente con el deseo de expresarlo, expresarlo a un Amigo. Figura y palabra convencional que con gran frecuencia utilizo indistintamente, pero raramente siento de verdad; es por ello que recurro a la frase de We don´t have any real friends”, no sé aún si eres mi Amigo, o qué eres, o qué no eres, qué soy para ti, o qué no soy para ti; a veces estás, a veces no estás, a veces estoy, a veces no estoy. Lo importante es que…eres, con música, sin música, con alcohol, sin alcohol, con cigarros y sin ellos, sin drogas o con drogas, sin o con escasas palabras, con grandes, agradables, sosegados y en ocasiones amargos silencios, con todo… Eres.

…me lleva a decir que no te conozco.

martes, 23 de enero de 2007

Obsesión Corporal Humana

¿Recurrentemente escribo y pienso en cuerpos? Realmente no lo había notado, no sé como es que he caído, ascendido o permanecido en una obsesión corporal humana, verdaderamente no sé si es una obsesión, solamente pienso y siento que es un placer cómodo, agradable, sanador incluso…por palpar el material humano, las texturas, los colores, los sabores. Podría decir que es hasta inconsciente el acto de tocar, sentir, luego entonces, registrar las características para después parafrasearlas en un pedazo de papel. Hasta la tarde ayer creía y aseguraba que era un hecho natural y recurrente por todo ser humano, sin embargo, una opinión apreciable me hizo pensar en ello. El punto de estas inquietantes palabras es ¿acaso no lo hacemos todos? Pensamos e imaginamos la reconstrucción de un cuerpo a punto de degustar, con impaciencia de gustar o ya degustado. Trabajamos frecuentemente en nuestro cerebro con imágenes proyectadas a través de nuestro tacto. Celebramos el hecho de palpar y acariciar superficies conocidas y probablemente nos satisface de mejor forma las desconocidas. Nos desbordamos por un encuentro corporal, sobrevivimos gracias a un choque corporal. O… ¿no es así? Bueno… creo que yo sí.

lunes, 22 de enero de 2007

Postal de un recuerdo vivido

Sábado 20 de Enero. 8.00 AM.
“It’s just another Saturday morning” , “Red eyes and tears no more” y el acto término, ya no es solamente imaginativo, es real, fue real. Mis corneas fueron trabajadas hace apenas veinticuatro horas en un conocido recinto médico de la gran Ciudad de México. No hubo nervios, no hubo gran ansiedad, no hubo preocupación, quizá por la descarga sonora de piezas suavemente agresivas de Sonic Youth “Unmade bed” y “Dude Ranch Nurse”, las cuales cumplieron el objetivo de mantenerme distante, tranquila y muy conciente en todo el recorrido de casa al recinto y aún en él. Lamentablemente no fueron los hombres de Clinic quienes intervinieron mis órganos, fue el experimentado alemán Sven Nellen Hummel quién trabajo sabia, tierna y pacientemente durante ignorados minutos en mis ojos. El resultado fue sorprendente, hasta el momento he logrado ver de una forma completamente clara, según Sven el resultado es gradual, lo cual quiere decir que en una semana mi vista será otra, y yo seré… la misma.
No tengo más que: agradecer a la Ciencia, al Dr. Nellen Hummel, al Amor y Dinero de Familia… por cumplir y sanar mi vista.

Postal de un recuerdo aún no vivido

Jueves 18 de Enero. 11.50 PM.
Aún cuento las horas, veo girar las manecillas del reloj y no dejo de imaginar al alemán mirándome fijamente a los ojos con un extraño utensilio en mano, el cual emite un resplandeciente brillo azul, azul como el limpio y claro cielo de abril. Nerviosa no estoy, o no lo sé, pero ansiosa sí, solo deseo desesperadamente que den las ocho de la mañana para que dé inicio el ritual médico del cuál nunca he formado parte, solo imagino una sala con grandes y extrañas maquinas producto de los impresionantes avances tecnológicos, dónde habitan cuatro individuos, no logro distinguir sus rostros, posiblemente sean los hombres de Clinic, quienes están a mi lado con sus bellas y puras batas blancas recitando “Welcome”y a su vez diseccionando lentamente mis inútiles corneas. ¿Qué es esto? Esto… esto es solamente mi imaginación.

jueves, 4 de enero de 2007

Sola 2

Paso a paso lentamente, me introducía en la habitación, mi cuerpo comenzaba a sentir vibraciones, una especie de escalofríos cálidos cuales se deslizaban desde la punta de mis pies, atravesando mis largas piernas, la cadera, espalda, mi joven rostro, hasta llegar al término de mi cerebro. Las vibraciones se perdían en mis pensamientos. Ahora no podía distinguir entre los pensamientos y aquellos movimientos extraños nunca antes sentidos, estaba en una confusión, las vibraciones solo recorrían mi cuerpo, mis pensamientos solo recorrían su cuerpo. Ahí, tendida en un lecho de dolor y desesperanza, de frágil apariencia, a punto de quebrarse por el frío, a punto de volar por el viento colado a través de la ventana sin cortinas al fondo de la habitación, a punto de ahogarse por el vino derramado en su piel y apunto de quemarse por la ceniza de cigarro en sus senos… la observaba. De pie, la mirada perdida en ella, mi mente en confusión y mi corazón en convulsión, divagué recordándola en largos pasajes: parada en los pies de la cama, descalza, desnuda, tocándose, encontrándose, observándose en el espejo de contorno dorado; recostada en la alfombra roja, de manos extendidas y piernas abiertas, observando la gran luz suspendida en el techo, susurrando “I´m going to the darklands, to talk in rhyme, with my chaotic soul, as sure the life means nothing, and all things end in nothing, and heaven i think is too close to hell, i want to move, i want to go, i want to go”,con diminuta ropa, escuchada, esperando ser tocada, no esperando ser leída, suspendida en el tiempo mítico y tiempo histórico. Sin cansancio, sin remordimiento, mis ojos visitando su figura, acechándola, soñándola, oliéndola y casi sintiéndola… recordé que alguna vez la amé.
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